El león del castillo de Gripsholm

Igual os habéis cruzado en alguna ocasión con la fotografía de este león disecado y hay una curiosa historia detrás de ella. Se trata de el león del castillo de Gripsholm y os la voy a contar.

El ser humano tiene una larga historia de maltrato animal y ya por el s.XVIII no había regalo más exclusivo que un animal salvaje. Así es como en un intercambio de favores y con el deseo de estrechar lazos, el Rey Federico I de Suecia recibió un precioso león del Serengeti enviado por el Rey de Argel en 1731.

Profundamente enamorado de la belleza de este ejemplar, el rey ordenó que fuera disecado cuando el animal murió. Lo curioso es que al taxidermista sólo le entregaron la piel y los huesos del animal. Además de eso, no habia tenido la suerte de haber visto nunca un león.